LA MUJER FANTASMA (LA LEY DEL TALIÓN). Juanjo Conejo

“En Barcelona, siete mujeres han sido violadas en los últimos sietes meses, todas ellas en luna llena. Por causa del uso de una violencia desenfrenada, seis de ellas fallecieron. África Zeta, de 50 años, la víctima número siete, permanece ingresada en estado de coma, su estado es muy grave. Según la Dirección General de la Policía, aún no existen pruebas que incriminen a nadie” (La Vanguardia). Y cada noche se cierne, como una sombra maléfica, el lado oscuro de la ciudad. Pero África conserva en su memoria la identidad de los dos agresores. Lo que nadie sabe es que África posee la extraña facultad de inducir su propio coma y de viajar fuera de su cuerpo: una coartada perfecta.

Y, de nuevo, luna llena. Estamos en el apartamento del hombre del parche en el ojo, su negocio es el tráfico de droga. Está dándose un baño de agua caliente, el vapor ha empañado el espejo. De repente, la aguja de una jeringa en su cuello. Cuando despierta, está atado en el suelo, boca abajo y con las piernas abiertas. Y un bate de béisbol lo viola por el ano. Después, un disparo vuela sus genitales. El tuerto se retuerce de dolor, mientras escucha la voz de la mujer fantasma: “Lex talionis”. Otro disparo, en la cabeza, acaba con su vida. “Un hombre ha sido violado y asesinado en su apartamento de Barcelona, en macabras circunstancias” (La Vanguardia).

Y, de nuevo, luna llena. El hombre del rostro tatuado, dedicado al negocio de la prostitución de menores, está asustado, sabe que él puede ser el siguiente. Está en la habitación de un hotel, bajo el efecto de las drogas que el tuerto le suministraba. Un bate de béisbol golpea su cabeza, se queda inconsciente. Cuando despierta, está desnudo y sentado sobre el filo de un cuchillo de carnicero. Una tijera de podar corta sus genitales, mientras escucha la voz de la mujer fantasma: “Lex talionis”. Un disparo en el corazón acaba con su vida. “Un hombre ha sido violado y asesinado en un hotel de lujo de Barcelona, en macabras circunstancias” (La Vanguardia).

África despierta de su estado de coma, sonríe, nadie sospecha de ella. “Ya se conoce la identidad de los dos hombres que fueron violados y asesinados en Barcelona. Uno de ellos se dedicaba al tráfico de droga; el otro, a la prostitución infantil. De momento, no existe ninguna pista acerca de quién pudo ser el ejecutor ni de los motivos. La Dirección General de la Policía cree que ambas muertes se debieron a un ajuste de cuentas” (La Vanguardia). Y cada noche se cierne, como una sombra maléfica, el lado oscuro de la ciudad. Lo que nadie sabe es que África ha decidido utilizar sus capacidades paranormales para aplicar la ley del talión: “Ojo por ojo, diente por diente”.

Juanjo Conejo

Fotografía: Enric Avellí
Modelo: Sonia Gamero