LA LUZ DE UN NUEVO HORIZONTE. Juanjo Conejo
Me robaste el corazón
cuando me acechabas atenta
escondida en la penumbra.
Eras como una canción
que deja su huella en el alma
y que siempre se recuerda.
Abandonaste el rincón oscuro,
te acercaste con sigilo,
tierna, peligrosa y desnuda.
Me atrapaste con un beso,
salvaje y valiente,
que deshizo lo imposible.
Mis latidos acelerados
marcaban el tiempo
de esa vida que se escapa.
Y agarré ese momento,
sin importarme en absoluto
la amenaza de la tormenta.
Me diste un nuevo aliento,
entre susurros y suspiros
que eran ajenos al miedo.
Escuché un murmullo repetido,
en tu boca de aurora y rocío:
te amo, te amo, te amo.
Y olvidé la garra de la muerte,
en aquella noche que me diste
la luz de un nuevo horizonte.
Juanjo Conejo