La gente es buena. J. L. Quintana

A Javier, en la reunión, emplea los textos bíblicos para apoyar sus criterios aún cuado dejó hace tiempo en claro que las narraciones son más fábula árabe que las entiende y acepta el próximo que hechos reales.

Oponerse a la opinión general es perder con toda seguridad, seguir el ritmo da la posibilidad de modificarlo, y así -hoy está un poco pesado- se refiere a Marduk uno de los dioses babilónicos que por lo visto dirigía los pasos a Nenrod, nieto de Noé y rey que ordenó la construcción de la Torre de Babel.

«Javier, amigo, ahora vas a sustituir a Nenrod por el poder actual, la Torre por el tinglado económico y el dios babilónico por el dinero. Javier ya está escrito «

Javier calla por unos momentos.Todos callamos y Javier sigue
«Claro, está todo dicho y repetido y aún así no destacamos lo más importante, citamos al dios terrible, al tirano manipulador y cruel al que no le importan los sufrimientos de una población magnífica, noble, que ayuda al vecino, al necesitado , que vive tranquilo con su trabajo y familia que no pensaría en agresiones y guerras que solo benefician al poder del dinero.

La mayor parte de la poblción es buena, noble, trabajadora y pacífica. Ellos son la base sólida sobre la que sobrevive esta humanidad. Sin ella esta torre caería como Babel.

J.L. Quintana