Román Serrano Martínez
En el año 1975 el autor recibe una comunicación un tanto inesperada, el Gobierno de España le designaba como parte de una misión a Brasil, el fin era colaborar con los ingenieros del DNOCS (Departamento Nacional de Obras Contra as Secas) de ese país en proyectos de recuperación de suelos salinos en áreas deprimidas del nordeste brasileño.
Los paisajes y sus gentes dejaron una huella indeleble en el autor, al tiempo que reavivaron sus aficiones artísticas que sirvieron de inspiración para escribir esta novela como si fuera una especie de manifiesto esperanzador de futuro.